La Trayectoria de Silvia Gómez-Tagle como modelo de la vocación interdisciplinaria de Nueva Antropología
Publicado 19.03.2023
El primer acercamiento de Silvia con la interdisciplina proviene de su familia, su padre y tío, que la pusieron en contacto con temáticas tan disímiles como la química y la historia, lo que le abrió el mundo al incorporar conocimientos y saberes de ciencias y humanidades en su trayectoria profesional. Misma que, como ella refería, estaba modelada por una singularidad grande, que era caminar con muletas, lo que, en ocasiones, representaba un obstáculo en ciertos espacios de socialización y profesionales, pero no para dedicarse a la historia del arte, que fue su primera ocupación profesional. En la antropología encontró las posibilidades de percibir, a través de entender el comportamiento de la gente y de sus diferentes roles, las particularidades de su propio proceso de socialización. Así, una primera etapa de la vida profesional de la doctora Gómez-Tagle transcurrió entre el mundo del arte y de la antropología.
Tiempo después, Silvia se decantó por la antropología, fundamentalmente por su interés en entender y participar en los procesos políticos, más allá de los imaginarios que se discutirán en las tertulias de los artistas. Su primer trabajo de campo, en la Huasteca, le permitió observar los comportamientos políticos cristalizados en las acciones de los caciques al interior de las comunidades indígenas. A éste se sumó el realizado con el sindicato de los electricistas. También en la enah, donde estudiaba, el ambiente estaba muy politizado a partir de los sucesos del movimiento estudiantil del 68. Ahí se vinculó con Luisa Paré, Erwin Stephan Otto y Javier Guerrero, con quienes años después fundaría Nueva Antropología en 1971. Durante esos años, otra situación que incidió en su trayectoria profesional, así como en el rumbo de la revista fue su formación en Inglaterra, donde Silvia aprendió con el antropólogo Mayer Fortes, su tutor, que no se podía comprender lo que sucedía a nivel microsocial sin el contexto de lo macro. Esto lo trasladó a entender el país. Así, para explicar los problemas específicos de un grupo, había que establecer la vinculación entre estos casos particulares y el contexto general, explicación que era válida tanto para la investigación como para la militancia política.
Los distintos intereses profesionales que constituyeron la trayectoria de la doctora Gómez-Tagle se filtraron desde la creación de Nueva Antropología, cuya dirección se sumó a sus múltiples quehaceres y se enriqueció de ellos. Así, desde el inicio, la publicación estuvo caracterizada por difundir textos de alto rigor académico sobre temas de vanguardia, construidos desde perspectivas interdisciplinarias y, de ser posible, que señalaran los distintos problemas que aquejaban a las sociedades sobre las que se trabajaba. La doctora Gómez-Tagle alentó, además, la participación de investigadores adscritos a distintas instituciones y de profesionales independientes, entre los coordinadores de dossiers, autores de los artículos, así como entre quienes tuvimos el honor de pertenecer al Consejo Editorial. En este sentido, mantuvo la certeza de que el conocimiento que se produce en forma colectiva, dialogando con distintas ideas y posturas, es siempre el más fuerte.
A lo largo de 47 años, Silvia fue la mujer orquesta de nuestra revista. En principio, cada uno de los números se construía considerando nuevos temas, ideas y enfoques donde se incluía la perspectiva de las antropologías y de otras ciencias sociales. El proceso comenzaba con las reuniones del Consejo Editorial en su casa, donde éramos recibidos generosamente. En ocasiones, a esas reuniones se sumaban jóvenes, y a veces no tan jóvenes, investigadores armados con varios trabajos que en conjunto podrían integrar un número completo. La particularidad de estas propuestas era que los trabajos se construían sobre temas y desde perspectivas poco estudiadas en la antropología mexicana. Lo anterior significaba siempre un reto para encontrar a los posibles dictaminadores. Así, el Consejo Editorial tenía un espacio privado, sin invitados curiosos, donde Silvia escuchaba nuestras propuestas para encontrar dictaminadores. No pocas veces, cuando conocíamos del tema o del enfoque, nos tocaba también revisar los textos. La naturaleza del mismo consejo, siempre en continua renovación, merece también una especial mención. A él se sumaban los coordinadores de dossiers que habían encajado con las referencias de la revista. Así llegamos varios muy jóvenes que fuimos creciendo en la actividad de investigación y en la editorial al cobijo de algunos más experimentados. Sobra decir que siempre fuimos escuchados y nuestras ideas eran consideradas en ese ambiente de libertad y respeto que propiciaba Silvia.
Una vez recibidos los dictámenes, la doctora Gómez-Tagle se encargaba de conjuntarlos. Para ello leía los textos, las cartas de los revisores y con ello escribía un documento constructivo y pleno de ideas para revisar y mejorar los trabajos. Hasta hace dos años, ella era también quien se encargaba de la redacción de la introducción y la presentación de cada uno de los números. Adicionalmente, conseguía patrocinadores para la edición entre las numerosas redes que había tejido a lo largo de sus investigaciones y de su militancia. Llevaba los siempre difíciles asuntos de Conacyt y organizaba eventos para presentar los números, donde junto con el coordinador del dossier conseguía presentadores, espacios y hasta comida para engalanar el evento.
Como integrante primero del Consejo Editorial y en los últimos años del de Redacción, puedo agregar un hecho que no es quizá tan visible para quienes no participaron en éstos: la capacidad de negociación de Silvia. Con ese aporte, independientemente de las diferencias ideológicas y hasta epistémicas de quienes participábamos en estos órganos colegiados, éramos considerados, con lo que contribuimos de buen agrado a la marcha y permanencia de la revista. Querida Silvia nos dejas una tarea muuuuy grande… Para cumplirla, por suerte, nos dejaste también una gran herramienta: tu ejemplo; esperamos con ella poder seguir fortaleciendo uno de tus proyectos más queridos: la revista Nueva Antropología.
Semblanzas de Silvia Gómez Tagle (1944-2022). Publicado en el núm. 95, vol. 34 de Nueva Antropología, julio - diciembre 2021
Palabras clave
- Silvia Gómez-Tagle,
- Nueva Antropología
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