Nuestros diálogos sobre la importancia de Nueva Antropología en la actualidad
Publicado 19.03.2023
Nunca olvidaré el día que conocí a Silvia Gómez-Tagle, quien para ese entonces ya había recorrido cuatro décadas siendo el alma y soporte de Nueva Antropología. En ese primer encuentro nuestra conversación giró sobre la importancia de la revista en la publicación de algunos debates que, con el paso del tiempo, se convirtieron en referentes fundamentales de la antropología mexicana. De esa charla, recuerdo también dos preocupaciones enunciadas por Silvia a manera de retos que tenía que enfrentar la publicación: diseñar un espacio en internet para que los artículos (ya publicados y de reciente aparición) llegaran a más lectores, sin dejar de producirla en su formato impreso; e imaginar una serie de estrategias sociodigitales para que los debates publicados tuvieran una presencia interactiva en redes sociales.
A finales de 2010, como parte de una nueva oleada de integrantes del Comité de Redacción, me incorporé a las reuniones de trabajo en las que se deliberan los procesos de dictaminación, las razones de su autonomía, los esquemas de autofinanciamiento y los pormenores en torno a la producción de la revista. Desde ese entonces he sido testigo de cómo la impronta interdisciplinaria de Silvia —detallada en las palabras antes expuestas por Marijose— promovió que este proyecto editorial siempre mantuviera una política de puertas abiertas a nuevas generaciones del campo de la antropología y las ciencias sociales, que buscan un espacio para difundir sus investigaciones. El resumen de toda esa vida al frente de la publicación fue magistralmente sintetizado por Silvia, en el marco del V Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología, cuando dictó la conferencia “El impacto de la revista Nueva Antropología en la consolidación de la antropología en México”, en 2018. En esta especie de auto-etnografía de las vivencias de Silvia en torno a Nueva Antropología, se confirmó que por casi cinco décadas la revista se ha mantenido como una tribuna de debate e intercambio de ideas en torno a investigaciones sociales comprometidas con la aplicación de innovadores enfoques teóricos y metodológicos.
Las reflexiones colectivas en las que participaba con el grupo de estudiantes y becarios vinculados con Nueva Antropología —encabezados por Ana Peña—, incentivaron el ímpetu de Silvia para comenzar proyectos y debates, en el marco del Consejo Editorial, enfocados a migrar la revista a los entornos sociodigitales, lo cual implicó iniciar una estrategia de digitalización de todos los números que sólo estaban impresos (algunos de los cuales son ejemplares de colección). Este tránsito del papel a los repositorios de internet fue impulsado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam y, posteriormente, gracias al apoyo del inah, se ha construido un acervo digital accesible a todas las personas interesadas en su consulta. Sin embargo, la creatividad y el empuje de Silvia no se limitó a extender su difusión. También se dio el gusto de dialogar con un grupo de jóvenes raperos y retroalimentar sus rimas para crear “El rap de Nueva Antropología” (Véase la plataforma de YouTube, recuperado de: <https://www.youtube.com/watch?v=XAFbofXe4Os>), para celebrar el 41 aniversario de la publicación.
En las últimas reuniones del Consejo Editorial, Silvia fue enfática en que se tendría que idear un portal de internet que le permitiera a la comunidad antropológica incentivar debates emergentes sobre alguna temática, propuesta teórica o enfoque metodológico, tal como en su momento acontecieron presencialmente en los auditorios del Museo Nacional de Antropología o de la enah, y que se convirtieron en números clásicos; pero ahora buscando fomentar un diálogo virtual polifónico con investigadoras/es de otras latitudes y de diversas disciplinas sociales, lo cual refrendaría el carácter innovador e interdisciplinario de la revista, sin perder su impronta antropológica.
La creatividad y el empeño de Silvia por posicionar a Nueva Antropología en los mundos sociodigitales nos deja la tarea de crear un soporte virtual que permita acceder a todos sus números y, a su vez, generar contenidos con reflexiones emergentes que formen parte de la agenda de debate contemporáneo de la antropología y de otras disciplinas sociales. Este espacio online debe garantizar la pluralidad de posiciones —como siempre ha hecho la revista— y promover diálogos entre quienes en la segunda mitad del siglo xx abrieron brecha a la “nueva antropología”, y las generaciones más recientes que realizan investigaciones innovadoras desde enfoques experimentales y creativos bajo un encuadre interdisciplinario. Todo ello apegado a los criterios de calidad que han distinguido a este proyecto editorial. Sabemos hacia donde vamos porque Silvia nos marcó el camino y nos dejó una revista que vale la pena mantener muchos años más. Estoy seguro que las y los integrantes del Consejo Editorial seguiremos trabajando para lograr que Nueva Antropología persista como un referente en el campo de las publicaciones científicas de México e Iberoamérica. Ése es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestra querida directora y fundadora: Silvia Gómez-Tagle.
Semblanzas de Silvia Gómez Tagle (1944-2022). Publicado en el núm. 95, vol. 34 de Nueva Antropología, julio - diciembre 2021
Palabras clave
- Silvia Gómez-Tagle,
- Nueva Antropología
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