Las consecuencias individualizantes de la modernización

En el inicio de la década de los noventa parecería anacrónico dedicar tiempo y esfuerzo al problema campesino, cuando la función  primordial de esta sociedad, clase, sector o subcultura -la producción de alimentos- sería mejor satisfecha por la agroindustria  tecnificada capitalista. Anacrónico también sería volver a la vieja polémica entre campesinistas y descampesinistas o a la aplicación de categorías prefabricadas a las que han de ajustarse los sujetos sociales del agro que hemos de discutir en esta reunión.